Terremoto en Managua, Nicaragua Diciembre de 1972, la mayoría de los Managuas salimos de la ciudad buscando como preservar la vida propia y de nuestra familia inmediata. Unos y otros aparecimos por cada uno de los puntos cardinales del país, en las ciudades alrededor de la capital en donde se nos permitía estar, familiares, amistades, conocidos, etc.
Yo fui uno de los advenedizos en la familia de doña Paquita desde finales de 1972.
Su aceptación a mi persona desde entonces, es algo que aprecio de ella, su suavidad, amplitud, aprecio y cariño, comparado igual al de una madre.
Doña Paquita nos vemos en algún momento en la inmensa eternidad y espero poder ver con su agradable sonrisa.
A todos los familiares, mis condolencias por su pérdida.
Descanse en Paz.
Oswaldo Herrera.